La mirada les arde como soles,
sus huellas agitan el
amor donde no lo hay,
cada uno de sus verso es una bala precisa de no
inocentes,
se abanderan de la esperanza como madre,
su rabia gruñe de
hambre con el mundo,
y su grito rasga el poder con miedo,
pues ese
temblor es una hermosa sensación para confabular ante el sistema,
para
no detenerse jamás
pues susto da que les entretengan .
Donde hay una mujer u hombre de estos seres nidos,
hay un albergue raíz
enterrado en valor.
hay una marcha de antorchas encendiendo la vida,
por ese camino donde van como puentes,
donde van como arboles,
donde van
sin devolverse,
donde van sin tiempo pero con el nombre de todos,
van para quedarse
los incandescentes.
Los incandescentes by Miguel Hernández is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
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