Te invito a esta travesía para que nos cueste la vida,
para que nos sigan todas las balas,
y se nos peguen todas las heridas.
Yo no quiero que te enamores de mí, sino que te enamores del mundo,
pa´ que percibas como duele cada segundo,
pa´ que nazca en tu boca la voz de los que no pueden,
pa´ que sientas como sufrimos entre risas.
Pero yo no quiero que te creas culpable sin que encuentres la alegría en el rostro de la gente,
en las llamas de la lucha, en los ojos de tus hijos, o en la cara de la muerte,
que solo se ve cuando es digna.
Te invito a esta travesía no para olvidarnos ella, sino para encontrarnos todos los días bajo la piel de los actos.
Y no es que no te quiera, sino por querernos somos combatientes a costa de estar cerca.
Yo no quiero que te enamores de mi, sino que te enamores de tu revolución,
y que jamas te sientas sola,
porque sin importar desde que punto hallamos partido,
nuestras manos siempre estarán juntas.
Yo quiero que corras delante de la utopía y que ayudes a reparar la máquina de los sueños que valen la pena.
Yo quiero que hagas de este viaje un intento por voltearlo todo,
y que cuando te mires,
me mires a mi amándote.
Cuando amar también es subversivo by Miguel Hernández is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.
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